España es el segundo país europeo donde los inversores están más dispuestos a invertir en el sector inmobiliario, según datos de la consultora Knight Frank. Acumula un 19,9% del total de las inversiones.
Sin embargo, es Alemania el país donde, existe una mayor demanda, con el 28,5%. En tercer lugar se sitúa Reino Unido (11,9%), seguido de Países Bajos (9,9%), Francia (9,3%), los países nórdicos (7,9%) y Polonia (3,3%). Los expertos confían en que la inversión inmobiliaria continúe creciendo en Europa durante 2018, superando los datos de 2017.
El principal motivo de incertidumbre para el mercado inmobiliario español es la situación política en Cataluña, tal y como ocurrió con el Brexit en Reino Unido. Los inversores buscan lugares aburridos, en términos políticos, para invertir y así, a consecuencia de la crisis catalana, se están beneficiando del auge inversor otras ciudades como Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia. Según datos oficiales del INE, la inversión inmobiliaria en la Generalitat experimentó una bajada del 17%, al situarse en 2.093 millones de euros y alrededor del 38%, provino del extranjero. Entre los principales países inversores destacan Francia, con un 13% del total, y Estados Unidos, con un 12%.
Esta falta de seguridad política puede pasar factura a la Comunidad Autónoma catalana ya que, para Óscar Pérez, director de inversiones de Qualitas Equity Partners, "la tendencia nueva inversora es al alza, como muestra un mayor interés de fondos internacionales por entrar en España junto a los family offices locales".